El tratamiento psicológico es un proceso en el que el paciente y psicólogo/a trabajan conjuntamente para entender que le está pasando al paciente y por qué le pasa, y mediante diferentes tipos de técnicas afrontar la problemática que está viviendo y aumentando así su bienestar.

El tratamiento psicológico potencia las habilidades de las que la persona dispone y adquiera de nuevas con el objetivo que le resulte más fácil afrontar la situación actual y las que encontrará en un futuro.

A veces nos sentimos tristes, nerviosos, tenemos miedo, enfadados, frustrados…

¿Es normal esto? Sí, es normal; las emociones negativas forman parte de la vida y es normal tenerlas, aunque no sean agradables y prefiramos las positivas.

Todas estas emociones negativas a parte de normales también son muy útiles y positivas para nosotros porque nos permiten hacer cosas que no haríamos si no las tuviésemos, nos aportan cambios y nuevos aprendizajes.

¿Pero, qué pasa cuando estas emociones negativas son muy intensas o muy persistentes en el tiempo? Que nos bloquean y dejan de ser útiles para nosotros ya que nos impiden realizar nuestra vida con normalidad y conseguir nuestros objetivos.

Es en este momento cuando es apropiado ir al psicólogo.

Todos, en algún momento de nuestra vida, podemos necesitar ir al psicólogo.

Tengamos o no un trastorno como ansiedad, depresión… podemos estar viviendo un momento en el que todos nuestros esfuerzos y los de nuestro entorno no son suficientes y necesitamos orientación de un profesional.

Cuando detectamos que estamos en uno de estos momentos, no debemos esperar más, es importante que nos pongamos en contacto con algún profesional.

Tanto el psicólogo como el psiquiatra se dedican al tratamiento de la salud mental de las personas, pero hay diferencias

El psiquiatra es un profesional licenciado en medicina y especialista en psiquiatría, su tratamiento se basa en los aspectos biológicos del funcionamiento mental y por lo tanto será el que recetará medicación.

El psicólogo es un profesional licenciado en psicología, su tratamiento se basará en los aspectos conductuales, cognitivos, sociales y las emociones para tratar los trastornos mentales y el malestar, por lo tanto los psicólogos no podemos recetar medicación.

Son dos disciplinas que no se solapan, todo lo contrario, a la práctica en los casos que sea necesario, los psicólogos y los psiquiatras trabajaran conjuntamente para obtener una mayor eficacia del tratamiento.

Los psicólogos nos regimos por un estricto código deontológico en el que se obliga al secreto profesional, de manera que lo que se hable en la consulta, desde el primer contacto es totalmente confidencial y tratado con el mayor respeto.

La confidencialidad siempre se da en la consulta, excepto cuando la ley obliga a informar al respecto, esto pasa en casos de maltrato o abusos a menores o en el caso que el cliente tenga la idea de poner en riesgo su vida o la de otra persona.

Cuando pensamos en ir al psicólogo por primera vez, nos pueden venir una gran diversidad de pensamientos y sentimientos que nos frenan a dar el paso.

Nos puede dar vergüenza, vergüenza de explicar nuestros problemas a un profesional que no conocemos, de reconocer que hay algún aspecto de nuestra vida que no funciona como a nosotros nos gustaría.

Nos puede dar miedo de enfrentarnos a una situación que no es agradable, de no encontrar la solución, de lo que pensaran los otros: ¿Pensarán que estoy muy mal? ¿Pensarán que soy raro?

Se tiene que ser muy valiente y fuerte para dejar de lado todos estos pensamientos y sentimientos, que son muy habituales, y pedir ayuda y enfrentarnos a nuestro malestar.

Es importante probar una primera visita y ver como con la ayuda del psicólogo estos pensamientos y sentimientos desaparecen y nos podemos centrar a enfrentarnos al problema que nos ha traído a la consulta.

Normalmente las sesiones, tanto las de evaluación como los de tratamiento tienen una durada de entre 50 minutos y una hora.

Aun que cada caso es diferente y se tienen en cuenta diferentes factores, habitualmente se inicia el tratamiento haciendo una sesión semanal.

A medida que el paciente vaya aprendiendo nuevos recursos y aumente su calidad de vida, las sesiones se irán espaciando en el tiempo.

El mejor psicólogo es diferente para cada persona y tú tienes que encontrar el tuyo.

Tiene que ser una persona con la que se forme una relación de respeto, de confianza y en la que tú te sientas cómodo. De esta manera realmente podrás trabajar lo que te ha llevado a la consulta.

A veces no encontramos el psicólogo más idóneo a la primera, es por esto que yo animo a realizar unas sesiones y si no nos sentimos a gusto hagamos un cambio de profesional, pero siguiendo siempre con el objetivo de hacer un tratamiento psicológico para mejorar nuestra calidad de vida.

Puedes hacer tu pregunta sin compromiso enviando un correo a info@bgpsicologia.cat